domingo, 12 de junio de 2011

Jaque a la Amazonía

Un código forestal permisivo y el asesinato de un líder medioambiental despiertan las alarmas de los ecologistas | El líder ambientalista Zé Claudio y su esposa han sido asesinados por defender la selva

Una isla de selva amazónica rodeada de zonas deforestadas con fuego para aumentar las supercies cultivablesInstituto Centro de Vida

Medio ambiente | 05/06/2011
"Brasil se despertó hoy con la noticia del asesinato de un defensor de la Amazonia y se acostó con la noticia de que nuestros diputados aprueban el asesinato de la selva". Así de duro se mostraba el martes Paulo Adário, director de la campaña de Amazonia de Greenpeace, después de que el Congreso brasileño aprobase el nuevoCódigo Forestal. No era para menos: el día había arrancado con la muerte de Zé Claudio, un líder ambientalista del Estado de Pará, y de su mujer, María do Espírito Santo. Y había concluido con el apoyo masivo del Congreso - 410 votos a favor y 63 en contra-a un código forestal que ofrece una amnistía parcial a los deforestadores y reduce drásticamente el porcentaje obligatorio de selva en propiedades privadas. 

El asesinato de Zé Claudio, considerado por algunos como el sucesor del mítico líder Chico Mendes, fue la crónica de una muerte anunciada. Zé Claudio vivía en el Asentamiento Agroextractivista Praia Alta Piranheira, en el sudoeste del Estado de Pará, en armonía con la selva. Zé Claudio no cortaba los troncos de las castanheiras,tan codiciados por los madereros. Apenas extraía sus frutos. Vivía de la tierra, cultivando sosteniblemente. 

Su nombre aparecía en la lista de amenazados de muerte elaborada por la Comisión Pastoral da Terra (CPT) fundada por Pere Casaldáliga - 125 personas marcadas para morir, sobre todo en la Amazonia-. Fue exterminado con varios tiros de escopeta en la cabeza. Su mujer, Dona Maria do Espírito Santo, también falleció. Los sicarios les arrancaron las orejas. Una prueba de que el crimen fue encargado por alguien. 

Felipe Milanez - periodista, abogado y ambientalista-muestra su indignación. Con el Código Forestal. Y con el asesinato. "Ellos no querían que su tierra se convirtiese en pasto. Y el código apunta para ese lado, incentivando la deforestación. Una terrible paradoja de Brasil, donde reina la impunidad", afirma. 

Milanez, que visitó el asentamiento de Zé Claudio, recuerda emocionado a la pareja asesinada en un texto paraTerra Magazine: "Dona María habla de amenazas. Intimidaciones. Recados. Angustias. Los madereros quieren cortar las castanheiras. Los carboneros quieren hacer carbón. Los hacendados quieren pasto". En octubre de 2010, la pareja ya estaba cercada por la muerte. No son los únicos asesinatos. En 2010, hubo 34, según la CPT. Una cifra que va al alza. En el 2009 murieron 26 personas. En el 2011, de momento, van siete. Cuatro en la última semana. 

El Código Forestal ha desatado las alarmas de los ambientalistas y de Dilma Rousseff, presidenta de Brasil, para quien "es una vergüenza para el país". La principal polémica está en una enmienda que amnistía las multas de quienes deforestaron áreas protegidas hasta el 2008. Pero hay muchas más. El código reduce el porcentaje de selva obligatorio en propiedades privadas del 80% el 50%. Y disminuye la franja de protección de los márgenes de los ríos de 30 a 15 metros a cada lado. Además, flexibilizando la protección de manantiales, el código facilita la llegada de la agricultura a la Amazonia. Aldo Rabelo , diputado del Partido Comunista de Brasil, aliado del Gobierno y responsable del código, afirmó sin tapujos lo que para muchos es un escándalo: "Vamos a regularizar el 90% de las propiedades rurales que estaban en situación ilegal". 

Dirceu Fumagalli, de la coordinación nacional de la CPT, afirma a La Vanguardia que el código busca "el avance del capital sobre la selva, ríos y zonas de minerales". El denominado agronegocio cerca a la selva. La soja del sur de la jungla ya sale hacia Europa a través del puerto de Santarém, en el río Amazonas. Las exportaciones brasileñas de productos agrícolas baten récords. Yel ganado avanza imparable. 

El líder rural Cesar Batista denuncia lo que considera la gran contradicción de Brasil: "Aunque el país posee áreas cultivables, el agronegocio pretende reducir la selva y aumentar el área para cultivo y ganado. El código implicará un avance sobre la vegetación". Y nadie como Cesar Batista, hermano del diputado João Batista, asesinado en 1989 en el Estado de Pará, para hablar de deforestación y violencia. Cesar huyó del estado de Pará, amenazado de muerte. "Aparte de mi hermano, perdí a casi diez amigos: todos asesinados por el latifundio. En Brasil hay regiones donde la única ley es la del 38 (del revólver)". En su opinión, el código disparará la violencia. El número de conflictos en el campo en el 2010 ascendió a 1.186. Benedito Jonás, vicepresidente do Sindicato dos Trabalhadores Rurais de Ipixuna (cerca de donde murió Zé Claudio), argumenta que no hay necesidad de aumentar el área cultivada: "Necesitamos tecnología, financiación y apoyo de los gobiernos". 

¿Qué pasará con la Amazonia si el Senado aprueba el código? Los ambientalistas auguran una catástrofe. Los datos parecen darles la razón. En abril, la deforestación en la Amazonia aumentó un 570%, según el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciais (Inpe). "Hay una carrera de deforestación incentivada por las modificaciones del Código Forestal", dice Paulo Adário, de Greenpeace. El diario Estado de São Paulo pidió a Gerd Sparovek, profesor de la prestigiosa Universidade de São Paulo, que calculase la superficie que podría ser deforestada legalmente si el código entrase en vigor. El resultado habla por sí solo: 220.000 kilómetros cuadrados. Casi la mitad de la superficie de España, catorce veces la superficie de Catalunya.
http://www.lavanguardia.com/medio-ambiente/20110605/54166488477/jaque-a-la-amazonia.html?client=firefox-a&rls=org.mozilla:es-ES:official

sábado, 4 de junio de 2011

Denuncian ante la ONU la construcción de una represa en la Amazonia que amenaza el hábitat

viernes 27 de mayo de 2011





Tomado de:
Written by redaccion | 25 mayo, 2011
Brasil. El polémico proyecto, al que se resisten indios, agricultores y grupos ecologistas, supone la construcción de una inmensa mole de concreto que será la tercera mayor hidroeléctrica del mundo, por detrás de la de Tres Gargantas (China) e Itaipú, que comparten Brasil y Paraguay.

Organizaciones humanitarias de Brasil denunciaron ante las Naciones Unidas que ejecutivos de la empresa que construye una represa en la Amazonia intimidaron a fiscales que cuestionan el emprendimiento por entender que amenaza el hábitat de los aborígenes que viven en la región.
El grupo de empresas Norte Energía S.A. fue acusado de intimidar al fiscal Felício Pontes Júnior y presionar a la Justicia para que lo aparte de sus funciones de veedor de las obras de la represa Belo Monte, situada en el estado que será la tercera mayor del mundo.
Belo Monte utilizará agua del río Xingú y será instalada en el municipio rural de Altamira, en el estado amazónico de Pará, que tiene unos 110.000 habitantes.
Según el Gobierno, costará 10.600 millones de dólares, generará 11.233 megavatios en las épocas de crecida del río y creará 18.700 empleos directos.
Su construcción obligará a inundar un área equivalente a 506 kilómetros cuadrados y a desplazar de la zona a cerca de 50.000 indios y campesinos, según sostienen los movimientos sociales
El Consejo Indigenista Misionario, la ONG Justicia Global y otras 12 entidades denunciaron al consorcio Norte Energía ante la Relatoría Especial sobre Autonomía del Poder Judicial de la ONU, consignó la agencia de noticias ANSA.
Los grupos cuestionaron además la construcción de Belo Monte por las consecuencias ecológicas que la obra tendrá en la región amazónica y por inundar tierras de los pueblos originarios de esa zona.
“No queremos Belo Monte, porque acabará con nuestros ríos, con la selva y nuestra vida”, dijo a Efe el cacique Raoni Metyktire, de la etnia kayapó y quien desde hace 30 años se opone al proyecto, que comenzó a gestarse en la década de 1970, cuando Brasil era gobernado por una dictadura.
La usina Belo Monte también fue denunciada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), de la OEA, que recomendó suspender su construcción. El gobierno de la presidenta Dilma Rousseff expresó semanas atrás su “perplejidad” por el parecer de la CIDH.
Tras haber estado estancada durante décadas, la idea resurgió en el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011) y ha sido asumida por su sucesora, Dilma Rousseff, como uno de los principales proyectos energéticos del país.
Las obras fueron licitadas en abril del 2010 en medio de pleitos judiciales entre grupos que se oponen y el Gobierno, que finalmente celebró la subasta y adjudicó el proyecto a un consorcio encabezado por la Companhia Hidroelétrica do São Francisco (Chesf, estatal).
Filed in: EcologíaEl Mundo

Publicado por Oscar J Márquez
http://laguayanaesequiba.blogspot.com/2011/05/denuncian-ante-la-onu-la-construccion.html

Proveedor de Shell que explota tierras indígenas amenaza de muerte a un rival político 31 mayo


Hombre guaraní. El gigante energético Shell y su socio Cosan compran caña de azúcar que se cultiva en tierra de los guaraníes.
© João Ripper/Survival
Un terrateniente brasileño que provee con caña de azúcar a una empresa conjunta del gigante energético Shell ha lanzado, según informaciones, una amenaza de muerte contra un contrincante político.
José Teixeira, quien también es diputado estatal, habría dicho a un rival político que “si dependiera de mí, estarías bajo tierra”.
Teixeira ha alquilado parte de su hacienda para la producción de caña de azúcar, a pesar de que el Gobierno ha confirmado que esa tierra pertenece a los indígenas guaraníes.
Shell y la empresa brasileña de etanol Cosan se han unido en otra compañía llamada Raizen, valorada en 12.000 millones de dólares, para producir etanol y venderlo como biocombustible. Cosan está comprando caña de azúcar cultivada en territorio guaraní que Teixeira sigue ocupando. Survival International ha instado a Shell y a Cosan a que dejen de usar caña de azúcar cultivada en territorio guaraní, pero las empresas siguen utilizándola.
El actual boom que vive la producción de caña de azúcar está hacinando a los guaraníes en diminutas parcelas de tierra.
© Sarah Shenker/ Survival
Los guaraníes de la comunidad de Guyraroká fueron expulsados de sus tierras por los ganaderos hace décadas. Durante años han vivido en la pobreza más absoluta en la cuneta de una carretera. Aunque ahora ocupan una parte muy pequeña de su territorio, sus vidas y su subsistencia están en peligro, ya que tienen muy poco espacio para plantar cultivos o cazar.
Advierten de que los productos químicos que se usan en las plantaciones de caña de azúcar están contaminando los ríos que usan para beber, para bañarse y para pescar, y que están provocando graves diarreas. También informan de que el vinhoto, un derivado de la producción de etanol, está causando fuertes dolores de cabeza en niños y adultos.
La agente sanitaria guaraní Senilda Esnade dijo a Survival: “En el pasado, los niños eran felices. Tenían agua limpia, se alimentaban con comida tradicional, más sana. Ahora es distinto; a menudo, los niños crecen con comida contaminada. Si tuviéramos nuestra propia tierra, seríamos capaces de revivir lo que estamos perdiendo”.
Según declararon hoy fuentes internas a Survival: “La amenaza de muerte del diputado es una prueba más de la brutalidad que va asociada a la lucha por la tierra en el territorio guaraní. Shell y sus socios no pueden seguir obteniendo beneficios del uso de ese territorio mientras los guaraníes se ven reducidos a espacios cada vez más pequeños. La empresa debe regirse por la normativa internacional que exige respeto a los derechos indígenas, y que dice apoyar en sus propias declaraciones”.
Descargar el informe de Survival sobre la situación territorial de los guaraníes, que fue remitido a Naciones Unidas el pasado año.
http://www.survival.es/noticias/7330

Brasil: Terratenientes chiflean informe sobre asesinato de pareja defensora del medio ambiente


Cerca de las cuatro horas de esta tarde, una escena grosera ocurrió en el plenario de la Cámara de los Diputados Federales, en Brasilia, capital de Brasil.
El líder del Partido Verde, José Sarney Filho, leía un reportaje sobre el activista ambiental y trabajador extractivista de la floresta, José Claudio Ribeiro da Silva, brutalmente asesinado el martes, por la maãna, en el estado de Pará, junto com su mujer, Maria do Espírito Santo da Silva, ella también una líder en Amazonía.
Al informar que la pareja, defensora de los bienes naturales de la región, había muerto en una emboscada, se ha oído chifleos, provenientes de las galerías del público y por parte de algunos diputados terratenientes.
Esa indignidad fué divulgada en Twitter y muy comentada. "Un absurdo lo que ocurrió, escribió Tasso Rezende de Azevedo, ex-director general del Servicio Florestal Brasileño. "Quedamos estupefatos".
El reportaje és de Daniela Chiaretti, publicada en el periódico Valor, en el día de hoy, 25 de mayo de 2011.
El asesinato de Zé Claudio, como era conocido, y de Maria do Espírito Santo, ha ocurrido a las siete de la mañana, a 50 quilómetros de Nova Ipixuna, sudeste del Estado, comunidad de Maçaranduba.
"Ellos venían en su coche, dirigiéndose para la ciudad. Había un puente dañado sobre el igarapé[1] . Zé Claudio apeóse para examinar el problema, y fué emboscado", cuenta Atanagildo Matos, director de la sección regional Belém, del Consejo Nacional de las Poblaciones Extractivistas, antes llamado Conselho Nacional dos Seringueiros[2]. Zé Claudio ha sido muerto fuera del auto, María fué disparada dentro del coche. Una oreja de Zé Claudio fué arrancada por los asesinos, detalla Atanagildo, el primer vecino a ser informado por Clara Santos, sobrina de Zé Cláudio.
La pareja sufría amenazas desde 2008. "Se trata de una región muy conturbada, donde és muy fuerte la presión de los madereros y carboneros[3], explica Atanagildo. És el último rincón con buen potencial florestal. Zé Claudia y María resistían mucho al desmatamiento. Ellos vivían hace 24 años, en un trozo de tierra de 20 hectáreas, en el Proyecto de Asentamiento Agroextractivista (Paex) Praialta- Piranheira, a la orilla del lago de Tucuruí[4]. Ellos extraían aceite de andiroba y castañas. En un encuentro en el mes de noviembre último, en el TEDx Amazonía, Zé Claudio denunciaba la destrucción florestal. "És un desastre para quien vive del extractivismo, como yo, que soy castañero desde mi niñez, a los siete años, que vivo de la floresta y la defiendo de todas maneras. Por eso yo vivo con la perspectiva de un balazo en mi cabeza a cualquier momento".
Gilberto Carvalho, secretario-general de la Presidencia de la República estaba en el Fórum Interconsejos, cuando um dirigente de la Confederación Nacional de los Trabajadores en la Agricultura (Contag) le pasó el informe. Él se fué al Palácio del Planalto, relatar la tragedia a la presidente Dilma Rousseff, y ella ha determinado al ministro de la Justicia, José Eduardo Cardozo, que la Polícia Federal investigue el asesinato de los sindicalistas
(versión al español de Tania J. Faillace - Porto Alegre, Brasil).

Comentario
Quien conoce el Sur de Pará, sabe que esos hechos son comunes. Que hasta hoy los terratenientes quemadores de matas, persiguen a agricultores y trabajadores de las florestas y de los asentamientos. Practican la tortura, la destrucción de sus cosechas tanto por el semeo aereo de plantas nocivas a las culturas, la quema de sus humildes casas, y a lo mayor, asesinan a familias enteras. Eso cuando no se dan al disfrute de hacer esclavos a los migrantes del Nordeste. Tales horrores son denunciados desde los años 70, a los comités de amnistía internacional y de la sociedad anti-esclavagista, y narrados en muchos libros sobre el Norte brasileño, pero las violencias prosiguen porque hay conivencia de autoridades y políticos locales.
Es esa gente que ha inventado de destruir la legislación ambiental brasileña, utilizando los buenos servicios de un diputado del PcdoB (Partido Comunista do Brasil), Aldo Rebelo, ironicamente aliado del latifundio, cuando su partido, en los finales de los 60 e inicio de los 70, ha luchado bravamente en la sielva amazónica contra la dictadura - Guerrilla del Araguaya, de inspiración maoísta, - y cuyos combatentes, em su mayoría, fueron muertos, no en combate pero en prisón durante el gobierno militar (1964-84) , que ha también encarcelado en aquel periodo, por razones políticas, la que sería hoy la presidenta de la República de Brasil.
En el FSM de Belém do Pará, en 2009, hubo denuncias, llevadas junto al Ministerio de la Justicia de que las persecuciones persistían con la conivencia del gobierno regional, y de la fuerza pública, según los ditames de los grandes terratenientes, los mismos que no aceptan la preservación ambiental que pueda disminuir sus ganancias o obrigarlos a pagar multas y a recuperar tierras degradadas.
El abucheo en el Congreso equivale, pues, a una confisión de esa clase, de que prosigue sus violencias sin el menor remordimiento o cautela. Y la oreja cortada de la víctima constituye una vieja costumbre de los pistoleros a servicio de los terratenientes, para probar que ha sido cumplida la tarea asesina. Son relatados casos de colecciones de orejas conservadas en alcool por parte de esas personajes.
Tania Jamardo Faillace
escritora y  periodista brasileña de Porto Alegre
activista social
taniajfaillace@gmail.com
[1] igarapé - pequeño curso de água muy frecuente en la Amazonia
[2] los pueblos de la floresta, que viven de la extracción del caucho natural, y otros bienes de la región,  fueron pioneros en la defensa de Amazonía.
[3] los que que producen carbón vegetal con las árvores nativas
[4] Tucuruí, lago formado por la hidrelétrica del mismo nombre.
http://red-latina-sin-fronteras.lacoctelera.net/post/2011/05/30/brasil-terratenientes-chiflean-informe-sobre-asesinato-de

Campaña Nacional de Firmas por el NO a la Minería Química a Cielo Abierto
y la Minería Nuclear en todas sus formas


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