Por BRADLEY BROOKS
The Associated Press
RIO DE JANEIRO -- Un hacendado brasileño acusado de ordenar la muerte de una religiosa estadounidense defensora del Amazonas fue declarado culpable y sentenciado a 30 años de prisión.
Los jurados en la ciudad de Belem llegaron a esa conclusión el lunes por la noche después de 15 horas de deliberaciones, según una declaración en el cibersitio de un tribunal estatal de Pará.
El caso puso a prueba la capacidad de Brasil para combatir la impunidad casi absoluta que reina en buena parte de la región amazónica, ya sea el asesinato de activistas o la deforestación ilegal.
En las dos últimas décadas, más de 1.200 personas han muerto en conflictos de tierras en Brasil, mayormente en el Amazonas, según la Pastoral Terrestre Católica, un grupo que observa la violencia rural en esta nación.
La fiscalía dijo que Vitalmiro Moura ordenó matar a Dorothy Stang, de 73 años, en el 2005 debido a que impidió que él y otro hacendado se apoderaran de las tierras que el gobierno cedió a los campesinos.
El veredicto lo singulariza como el único promotor de la muerte de activistas, campesinos o sus defensores que es encarcelado por su crimen, según la Pastoral.
Unos 80 de los pistoleros que según los fiscales fueron contratados por poderosos hacendados para ejecutar las matanzas están presos.
Stang era una nativa de Dayton, Ohio, que trabajó durante tres décadas para preservar el bosque húmedo y defender los derechos agrarios de los pobres.
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